El aumento de las necesidades mundiales de alimentos y los problemas derivados de la demanda de estructuras adecuadas para su almacenamiento y procesamiento nos obligan a buscar nuevos métodos de conservación. En esta época de expresivas transformaciones, se destaca la aplicación de radiaciones ionizantes, con el propósito de promover la seguridad del alimento, conservar, desinfectar y reducir cargas microbianas, entre otras aplicaciones, en granos, especias, hierbas en general, frutas, verduras, carnes rojas/blancas (carne de res, cerdo), carne de ave, pescado y marisco, entre otros productos, es una práctica utilizada por varios países para alargar la vida útil y las pérdidas durante el almacenamiento del producto.

El procesamiento por radiación se utiliza en varios países como método de conservación de alimentos y productos alimenticios, tanto a granel como envasados industrialmente, siguiendo las recomendaciones del comité conjunto entre la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) así como el Codex Alimentarius, que siempre se esfuerzan por promover la actualización de normas, investigaciones y decisiones sobre este tema, debido a la importancia que tiene la seguridad alimentaria básica en muchos países.

En el proceso en que los productos alimenticios se exponen a las radiaciones ionizantes, como rayos g, rayos X y electrones acelerados. La dosis media global absorbida por un alimento sometido a un proceso de irradiación no debe exceder a una dosis de 10 kGy, que tiene como meta  garantizar la seguridad del alimento irradiado, desde el punto de vista toxicológico, nutricional y microbiológico. El proceso no aumenta el nivel de radiactividad natural en los alimentos. Los alimentos irradiados no se vuelven radiactivos después de este procedimiento. Sin embargo, todavía existe mucha desinformación entre una gran parte de la población brasileña. 

Desinformación y percepción errónea del riesgo 

En el 2017, el grupo de educación científica sobre irradiación de alimentos, del Instituto de Investigaciones Energéticas y Nucleares, realizó una encuesta con 100 entrevistados residentes en la ciudad de São Paulo y tomadores de decisiones en sus hogares [1]. Más del 50% de los entrevistados vincularon las radiaciones ionizantes con accidentes, armas nucleares, cáncer y contaminación. Como regla general, los encuestados asocian "alimentos irradiados" con "alimentos radiactivos". Además de los daños a la salud humana, una preocupación recurrente son los efectos nocivos de las radiaciones ionizantes en el medio ambiente. Sin embargo, después de una breve explicación, más del 85% de los encuestados cambian sus intenciones de compra y dicen que recomendarían los productos irradiados a familiares y amigos [1].

La diferencia de los agroquímicos con la irradiación en los alimentos, es que  el proceso de irradiación de alimentos no deja residuos y tampoco no libera contaminantes al medio ambiente. Sin embargo, cuando se trata de radiaciones ionizantes, la percepción del riesgo que tiene la población es completamente errónea, plagada de mitos, prejuicios y temores de falta de control, daños a la salud y al medio ambiente.

Hasta el 2023, el grupo de educación científica sobre irradiación de alimentos, del Instituto de Investigaciones Energéticas y Nucleares, promovió 600 entrevistas cara a cara, con respuestas inmediatas y espontáneas, de residentes de la ciudad de São Paulo, pertenecientes a diferentes grupos sociales y diferentes áreas de actividad profesional. Cada año, más del 75% de los encuestados dicen desconocer el símbolo internacional Radura para identificar los alimentos irradiados. A lo largo de los años, las estadísticas difieren poco: consistentemente, más del 53% de los entrevistados vinculan la radiactividad con las bombas, las armas y la destrucción y vinculan la irradiación con el peligro y la contaminación para la salud y el medio ambiente. 
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Desinformación en la era de la globalización

Las publicaciones antinucleares de fácil acceso confunden la percepción pública y, a menudo, la prensa, que desconoce el papel de la protección radiológica, favorece también los artículos sensacionalistas [2 – 3]. Los “influencers” publican absurdos en las redes sociales. La comunicación a diferentes segmentos de audiencia es muy importante. La industria, la prensa y el mundo académico deben ser conscientes de la protección radiológica, que tiene como objetivo proporcionar un nivel adecuado de protección para los seres humanos y el medio ambiente, sin limitar indebidamente las actividades beneficiosas derivadas de las radiaciones ionizantes [4].  

La irradiación de alimentos es una tecnología que satisface muchas de las demandas de la población, contribuyendo a la seguridad alimentaria, combatiendo el desperdicio y la sostenibilidad ambiental. Su objetivo es minimizar las grandes pérdidas que se producen por la contaminación y descomposición causada por bacterias, así como la creciente preocupación por las enfermedades transmitidas por los alimentos (DAP). La aplicación del proceso de irradiación puede reducir las cargas microbianas a niveles cercanos a cero, como Escherichia coli O157:H7, conocida por causar enfermedades hemorrágicas. El aumento del comercio internacional de productos alimenticios ha impulsado la irradiación de alimentos al estar sujetos a estrictas normas de exportación en términos de calidad y cuarentena. La irradiación de alimentos, ampliamente investigada durante más de 40 años, ha demostrado ser segura, eficiente y tiene numerosos beneficios prácticos, cuando se asocia con buenas prácticas de fabricación y distribución. Los sistemas dosimétricos se utilizan dependiendo de cada tipo de radiación o máquina utilizada, durante el procesamiento con el fin de comprobar si se aplicó la dosis correcta al producto. Estos dosímetros son adecuados para medir dosis de uso que van desde 0,1 a 50 kGy, son fáciles de usar, tienen reproducibilidad y estabilidad, son fáciles de calibrar y tienen trazabilidad. La validación del proceso industrial se realiza según la norma AAMI/ISO-11137. Para obtener un alimento cada vez más seguro y saludable, manteniendo sus características naturales, científicos de diferentes áreas y principalmente del área de la ciencia e ingeniería de alimentos se han esforzado en estudiar la aplicación segura de esta tecnología y también con la aplicación de cualidades tecnológicas en los alimentos.

Existe un gran potencial para comercializar alimentos irradiados. Pero esta aplicación pacífica –y tan importante– provoca incertidumbre entre la población. En la imaginación del público consumidor, las radiaciones ionizantes se convierten en miedo, prejuicios y desinformación [5].

Conclusión

La aceptación de la población es un factor clave en la evolución de la aplicación de esta técnica en nuestra vida diaria. Es necesario trabajar para fortalecer la confianza de la población, valorando la Protección Radiológica y los profesionales involucrados.

Referencias 

1. Levy, D., Sordi, G.M.A.A., Villavicencio, A. Construindo pontes entre ciência e sociedade: divulgação científica sobre irradiação de alimentos in Brazilian Journal of Radiation Sciences, Vol 6, No1, 2018.

2. A praia radioativa in Revista superintenessante, Editora Abril (2018) disponível em https://super.abril.com.br/historia/a-praia-radioativa

3. Dossiê Superinteressante “Energia Nuclear”, Editora Abril (2020) disponível em https://super.abril.com.br/superarquivo/411-a

4. International Commission on Radiation Protection. The 2007 Recommendations of the International Commission on Radiological Protection. ICRP Publication 103. Ann ICRP. 2007;37(2-4):1-332

5. Levy, D., Sordi, G.M.A.A., Villavicencio, A. Irradiação de alimentos no Brasil: revisão histórica, situação atual e desafios futuros in Brazilian Journal of Radiation Sciences, Vol 8, No3, 2020.